Dentro de su intensa producción, de la que dan fe alrededor de cien mil negativos, pueden distinguirse tres enfoques, cada uno de los cuales se corresponde, a grandes rasgos, con las tres últimas décadas: el periodo inicial (1975-1982), al que pertenece la mayor parte de su trabajo en 35 milímetros; los años ochenta, en los que se advierte la madurez de un sofisticado compositor de encuadres, y los últimos noventa, que testimonian la orientación de su mirada hacia una perspectiva cada vez más fría.
Además de una amplia documentación, que incluye cronología, bibliografía y selección de textos críticos, completan el libro una serie de reflexiones en las que ocho autores -entre ellos, el propio García-Alix y Mireia Sentín y José Luis Gallero- expresan diferentes puntos de vista sobre la obra del fotógrafo: Emilio Sola, Borja Casani, Gonzalo García Pino, Ray Loriga y Ana Curra, modelo del fotógrafo desde 1984.
[Fuente: lafabrica.com]
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