"Soy poeta antes que roquero. Poeta, siempre poeta. Lo que pasa es que si fuera solo poeta, nadie vendría a buscarme". Con estas palabras pronunciadas en 1998, Roberto Iniesta, el 'Robe', resumía la esencia de su vida y la del grupo que fundó en 1987 en su Plasencia natal: Extremoduro.
Han tenido que pasar 26 años y 13 discos "oficiales" para poder leer la primera biografía autorizada de un grupo que mezcla poesía urbana y rock duro como nunca nadie ha hecho en España, que ha vendido más de tres millones de discos en su carrera y que es capaz de agotar las 150.000 entradas de los conciertos de su última mini gira nacional, el verano pasado, tocando solo en ocho ciudades. Y todo ello sin la más mínima promoción en la prensa, pues su éxito es inversamente proporcional al vacío que le hacen a los medios de comunicación.
Extremoduro. De profundis. La historia autorizada (Grijalbo Ilustrados, 29,90€) detalla pormenorizadamente cada paso del "gran grupo del rock español", como lo define el biógrafo, el periodista musical Javier Menéndez Flores, el nombre que Robe e Iñaki 'Uoho' Antón (guitarrista y productor de los discos desde 1996) propusieron a la editorial para que escribiese un libro que Grijalbo tenía decidido hacer con o sin el consentimiento del grupo -"dijeron que, ya que se iba a publicar sí o sí, que al menos fuera un libro que les gustase", desvela Menéndez a RTVE.es en una entrevista-.
"Me propusieron a mí porque ya había entrevistado a Robe en 2009 por la publicación de su novela, El viaje íntimo de la locura, y le gustaba cómo trabajaba. Además de un halago, era una gran responsabilidad; pero eso no significa que tuviera todo el terreno allanado", cuenta Menéndez, para el que este es su undécimo libro, entre los que se incluyen biografías de músicos como Joaquín Sabina y Miguel Bosé.
Así que, los "dos cerebros" de Extremoduro, como los define Menéndez, le pusieron condiciones: debía escribir la mayor parte del libro, pasársela y, si les gustaba, colaborarían con él.
Menéndez escribió las primeras 78 páginas del libro, tituladas "La creación según Extremoduro", donde hace un análisis filológico de las letras del grupo, "un trabajo importante, complejo y difícil que nadie había hecho y que Extremoduro pedía a gritos porque su gran valor son las letras, más allá de que musicalmente son muy buenos".
"Tardaron un mes en responder porque estaban en la gira americana, pero al regresar Robe me dijo que les había gustado muchísimo y que estaban a mi disposición. Me dieron todo tipo de facilidades y no impusieron censura ni me marcaron ninguna pauta", explica el autor.
El "rock trangresivo" en el que el líder de Extremoduro encasilló a su banda desde sus inicios, el biógrafo lo resume como "una mezcla de poesía y nitroglicerina" -en referencia a sus letras y su música-. A su juicio, el "éxito" del grupo reside en que "empiezan a hacer rock con un contenido altamente lírico, muy poético y de gran calidad", algo que, puntualiza, "no existía en nuestro país" porque, por ejemplo, grupos como Barón Rojo "sonaban muy bien pero sus textos eran muy ramplones".
Profundizando en este análisis, para Menéndez uno de los "hallazgos" del grupo es que "alterna en la letras y la música constantemente la rosa y el látigo", como en la letra de "Quemando tus recuerdos" (de su segundo disco, Somos unos animales, 1991): "Vivir a la deriva/, sentir que todo marcha bien/ volar siempre hacia arriba,/ y pensar que no puedo perder/ voy a hacer un tambor de mis escrotos/, sólo dejó, dejó sólo una foto".
[Fuente: Laura Torres para rtve.es, extracto
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