Con su argot callejero, "cheli", Ramoncín forma poemas de toda índole tomando como eje central la calle, su barrio, su manera de vivir... cuando todavía podía fardar de ser el "rey del pollo frito", aquel punky que lanzaba huevos al públicos y no se dejaba vacilar por nadie. Ese era Ramoncín, y este un ejemplo de escrito que aparece en la obra, dedicado al cheque al portador:
«Sales pidiendo a la calle, quejándote de la vida, no das un palo al agua, te pasas sobando el día. Tendrás que buscarte un curro, no tengas tanta cara, olvídate de los porros, no tengas tanta cara. Te gusta vivir de gorra dándole el queo a tu tronca, te gusta tirarte el rollo bailando en el Chachapoga. ¿Quieres dar un braguetazo? Cambia la chupa de cuero, córtate el tomo a navaja, vete a ponerte moreno. Soplarás cuchara caliente, llevarás un terno italiano, chanarás un rato de cine y tendrás la pasta en tu mano. Saldrás cogido de ella, seguido de mayordomos, tendrás el buga en la puerta, tendrán tu vida en las manos.»
O este otro donde relata historias negras de su barrio, de Vallecas:
«Murió en el barrio, le dispararon, una sucia bala acabó con él. Se llamaba Chuli, nació en la calle y la calle le vió morir. El frío le mantuvo vivo hasta la mañana y, en la mañana el Chuli murió.»
[Redacción NO80s. Pedro J. Pérez]
No hay comentarios:
Publicar un comentario