En estas páginas descubre el funcionamiento de la industria musical en momentos de vacas tanto gordas como flacas, y del siempre precario periodismo especializado. Con un estilo único, patentado y totalmente reconocible que atrapa desde la primera página, alejado de la vanidad y desde la posición de quien fue un desconocido melómano «de provincias» con vocación enciclopédica y hambre de saber y conocer, nos relata, sin pretenderlo, cómo se fue labrando un espacio propio en los medios.
En 'El mejor oficio del mundo' sabremos del disco de Dylan en español que no fue, de entrevistas frustradas y otras de las que, sin esperar demasiado, acabaron siendo legendarias. Subiremos con él a un avión y aterrizaremos en Canadá a la búsqueda de Leonard Cohen o viajaremos a su lado en un autobús para asistir a un concierto desangelado en una cárcel que nada tiene que ver con los de Johnny Cash... Conoceremos su negativa a sentarse en la silla de un despacho porque su sitio está en las salas de conciertos, en las emisoras de radio, tecleando en la máquina de escribir y, también, en aquella televisión de los programas musicales que, hoy desaparecidos, le llevaron a la construcción de nuevos y sorprendentes formatos. Todo ello relatado con veracidad y algo de sorna, necesaria para rememorar los tiempos en que para algunos la música era cosa de melenudos que solo tenían ganas de molestar.
Diego A. Manrique es Historia Mayor del Periodismo de este país, y en 'El mejor oficio del mundo' se abre para contar, desde la perspectiva de la distancia, lo que ocurre en la trastienda, aquello que nunca se explica, homenajeando de paso a compañeros de profesión que anduvieron con él caminos paralelos. Desde la lucidez, la honradez y la fidelidad al oficio, este es un libro tan necesario como esclarecedor.
Diego A. Manrique (Pedrosa de Valdeporres, 1950) comenzó a comprar vinilos cuando todavía no tenía tocadiscos. Se profesionalizó casi sin querer, debutando en la revista política Triunfo, a principios de los setenta. A partir de 1977 fue uno de los hacedores del rompedor Popgrama en Televisión Española, donde posteriormente ejercería de guionista o presentador en espacios de grato recuerdo como Caja de Ritmos, Pop Qué, ¡Qué Noche la de Aquel Año! o FM 2.
Ha pasado por emisoras como Radio Castilla, Onda 2, Radio Cadena Española, Radio Gladys Palmera, la SER, Radio 1, M21 y, por supuesto, Radio 3, de la que fue uno de sus emblemas desde su fundación, llegando a ejercer de director adjunto entre 2008 y 2012. Allí pilotó espacios legendarios como Diario Pop, Aeropuerto Internacional o El Ambigú, antes de ser despedido de mala manera. Tiene el Ondas y el Premio Nacional de Periodismo Cultural.
En prensa generalista se le puede leer regularmente en El País y en Diario de Burgos. Su firma también se dejó ver en publicaciones como Tótem, AU, Cambio 16, Ozono, Dezine, Metal Hurlant, Madriz, Rambla o Cáñamo. Además, desde mediados de los años setenta animó muchas revistas especializadas en música: Vibraciones, Star, Disco Exprés, Rock Espezial, Disco Actualidad, Ruta 66, Boogie, Todas las Novedades, Efe Eme (de la que fue cofundador), Rolling Stone o, en el presente, Cuadernos Efe Eme. Ha colaborado en diversos proyectos de reediciones discográficas y ejercido de DJ. En 1986 dirigió para El País una monumental y colectiva 'Historia del rock'.
Ha publicado los libros 'Historia del rock ’n’ roll' (dos volúmenes, 1976-77), 'De qué va el rock macarra' (punk rock) (1977), 'Michael Jackson. Ojos de ciervo, corazón automático' (1992) y 'Jinetes en la tormenta' (2013). Tiene una colección de discos que se mide por toneladas y sin embargo sigue comprando música. Es, podríamos resumir, un caso perdido.
Edita Efe Eme con fecha de lanzamiento 11 de junio 2025.
[Fuente: Efe Eme]
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